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Una vez mientras que estaba trabajando en  las reparaciones usuales del carro del que ya he hablado bastante llegó mi hermano y me preguntó acerca de la canción que estaba escuchando, me dijo que también a él le gustaba y que quería que le quemara un CD con esa canción, lo cuál de seguro hice algunos días después. La canción se llamaba “Somewhere only we know” y siempre me ha recordado a mi hermano. Lo que a él no le gustaba era hablar tanto sobre las mangueras contra incendios pero le encantaba discutir sobre política.

Su caso era muy extraño, tenía una humildad que se le desbordaba por las orejas por así decirlo. Por ejemplo él estaba titulado como abogado, solo que nunca quiso dedicarse a eso debido a que no le gustaba la manera tan retorcida con la cual se manejan las leyes aquí en nuestro país.

Cada vez que iba a visitarlo a su casa me recibía de una manera muy grata y atenta, eso era algo muy bueno porque no importaba quien fueras el siempre te recibiría así e incluso te daría un abrazo como si estuviera siendo lo más diplomático posible.

En su casa no había ninguna manguera contra incendio que pueda recordar. Pero creo que no era necesaria ya que tampoco tenían problemas de ningún tipo. Entonces estaba platicando acerca de las visitas que le hacía a mi hermano. Casi siempre que llegaba me invitaba a ver videos musicales que él había grabado en cassettes VHS.

Recuerdo que tenía muchos de Metallica, de Robbie Williams, de José José y otros artistas que siempre me hacía ver. Algunas veces tenía que volver a ver algunos que realmente se me hacían medio aburridos y no porque no estuvieran buenos, pero es que también después de verlos tantas veces uno tiende a cansarse. También se rayaban pero a él no le importaba porque lo que quería era volverlos a ver o a escuchar.

“Ahora chécate este equipo contra incendio” me decía. Y así durábamos un rato hasta que se nos hacía tarde y ya nos teníamos que ir a hacer algo más. A veces yo lo invitaba a que fuera conmigo a un parque que estaba muy cerca de su casa (dos cuadras) para que me acompañara ya que usualmente yo iba a jugar front on. Pero casi no le gustaba, aunque sí me acompaño en varias ocasiones y lo único que hacíamos era caminar y darle una o dos vueltas al parque mientras que platicábamos.

Recuerdo que le podía platicar cualquier tipo de cosa debido a que él no era muy prejuicioso y además siempre obtendría su opinión clara y sencilla, y no significa que siempre concordáramos pero lo que si era seguro es que me diría algo al respecto de cualquier tema, a menos de que no tuviera una idea absoluta de qué opinar.

Eran tantas visitas que no puedo recordar exactamente todo lo que hicimos juntos y eso por mí está muy bien debido a que de esa manera puedo ir recordando poco a poco cada vez que pasen cosas parecidas a las situaciones en las que nos encontramos juntos, como cuando queríamos comprar un equipo contra incendio.

Ojalá y hubiéramos platicado acerca de cosas que me esperarían más tarde y que ahora no se puede. Creo que él ha de estar muy bien.







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